El viento y la conducción
Desde que comenzó el año, varios frentes han afectado a nuestro país. Si el fin de semana la noticia era las personas atrapadas en la A6, a lo largo de esta no han dejado de hablarse de este tema. Nieve, lluvia y viento afectan a la conducción de forma considerable.
Y esto no termina aquí, para el fin de semana, se avista la llegada de una nueva oleada de frentes atlánticos. El viernes parece que entrará "otro frente por Galicia" que afectará a la mitad occidental. Mientras que el sábado otro frente, este "bastante activo", recorrerá buena parte de la Península y dejará lluvias fuertes en algunas zonas, sobre todo de Galicia, pero puede llover en todo el cuadrante noroeste. La cota de nieve podría volver a ser baja, de menos de 800 metros, aunque de momento es pronto.
Conducir en estas condiciones es difícil y hacer frente a tal situación preservando en todo momento la seguridad al volante es complicado. Es imprescindible seguir una serie de consejos para, por ejemplo, saber tomar las curvas de manera correcta cuando haya nieve o hielo en la carretera, así como ceñirse a la retahíla de advertencias que realiza la Dirección General de Tráfico (DGT) para actuar de manera correcta ante fuerte rachas de viento.
El viento es uno de los hándicaps más peligrosos, ya sea por causa natural o debido a la presencia de obstáculos, tal y como ocurre al adelantar vehículos pesados. Cuando el viento llega por la izquierda en el momento de cruzarse con otro vehículo, el empuje se interrumpe instantáneamente por lo que el coche tiende a desplazarse primero hacia el lado desde el que sopla y, posteriormente de forma abrupta, hacia la derecha. Sin embargo, si el aire llega desde la derecha al mismo tiempo que adelanta a un vehículo de grandes dimensiones, el coche es 'aspirado' por este hasta finalizar la maniobra, cuando el viento reaparece dificultándole la incorporación al carril.
Tráfico aconseja seguir los siguientes pasos cuando hay viento:
- Fijarse en la vegetación, nubes de polvo, mangas de viento con las que se tope durante la ruta y cualquier elemento que contribuya a discernir la dirección e intensidad del viento.
- Sujetar bien el volante con las dos manos y evitar movimientos bruscos. En cuanto a la dirección, mantener una suave presión en sentido contrario a la procedencia del viento.
- Reducir la velocidad, conducir en una marcha inferior a la engranada habitualmente a la misma velocidad, pues el motor tendrá así mayor capacidad de respuesta.
Se debe prestar especial atención cuando se conduce con viento en:
-Túneles y zonas resguardadas: al salir de una zona que corte el viento el golpe del viento puede pillarle desprevenido y empujarle fuera de su trayectoria.
-Puentes y viaductos: generalmente, están desprotegidos frente al viento, sea continuo o a ráfagas, por lo que el riesgo es mayor si no se está alerta.
Fuente: eleconomista.es
