La importancia de los limpiaparabrisas
El buen estado de los limpiaparabrisas es fundamental en días como hoy para poder circular
Nos hemos levantado con el cielo encapotado y a primera hora de la mañana ha comenzado a llover y sigue sin parar. La cosa no tiene pintas de remitir, según las previsiones, la lluvia nos acompañará durante toda la semana. Es en estos días cuando nos acordamos de los limpiaparabrisas. Cuando cogemos nuestro coche y esta lloviendo y nuestras escobillas no limpian bien, entonces es cuando tenemos un problema.
Las escobillas o limpiaparabrisas son un elemento muy importante de nuestro coche, sobretodo en días como hoy. Si no limpian bien, no podremos ver bien y la conducción se volverá más peligrosa si cabe en un día de lluvia. Por este motivo, antes de que suceda esto y un día lluvioso nos pille por sorpresa debemos llevar un mantenimiento adecuado de nuestros limpiaparabrisas.
Disponer de una buena visibilidad cuando vas conduciendo permite poder anticiparse a las situaciones de riesgo y disminuir la fatiga. Para ello, hay que tener los limpiaparabrisas en perfecto estado. No olvides que el 7 por ciento del tiempo de conducción tenemos activadas las escobillas.
Empecemos por clasificar los tipos de escobilla. Por un lado están las escobillas planas (totalmente de goma). Cuentan con una alta eficacia en el barrido y tienen menor fricción en el parabrisas. Están fabricadas sin partes metálicas, por lo que, al no necesitar pintura, se evita la oxidación y la corrosión por formación de hielo o los rayos UV. Su diseño aerodinámico le permite mantener una presión uniforme en todo el cristal, con mejor limpieza y sin rayas o marcas de agua.
Por otro lado están las escobillas convencionales que tienen doble pintura anticorrosiva, estructura metálica robusta, resistente y durable. Las garras son rectangulares, se ajustan de forma precisa en la goma garantizando una limpieza eficaz y una mayor estabilidad en los limpiaparabrisas de más longitud.
Mantenimiento de los limpiaparabrisas
Los limpiaparabrisas debemos limpiarlos cuando limpiemos nuestro coche pasando un paño humedecido con agua, incluida la trasera. No se debe utilizar productos químicos que puedan dañar las láminas de goma.
Debemos llevar siempre anticongelante en el líquido limpiaparabrisas para evitar que la lengüeta de goma de la escobilla se congele y se rompa.
Durante las noches de invierno con heladas y nevadas, si el coche va a quedarse en la calle, debemos levantar las escobillas o poner una hoja de plástico o cartón entre éstas y el parabrisas.
No debemos poner las escobillas en marcha cuando el parabrisas esté congelado.
Las escobillas debemos cambiarlas, al menos, una vez al año. Lo ideal es hacerlo en otoño, antes de que comience la época de lluvia, frío, hielo y nieve.
Cuando cambiar las escobillas
- Cuando al pasar dejen zonas sin limpiar, originando extraños empañados, haciendo ruidos o saltos.
- Cuando el detector de desgaste nos lo indique.
- Cada año o cuando las agresiones ambientales como el calor, las heladas, el polvo o la arena las haya dañado.
- Cuando:
- Detectemos rugosidades y/o cortes, al deslizar el dedo por el filo de la escobilla.
- Si la superficie del parabrisas no queda totalmente limpia
- Si se producen pequeños saltos que provocan que la escobilla no deslice suavemente sobre el cristal.
- Si se escuchan ruidos durante el funcionamiento de la escobilla
Ante cualquier duda del estado del limpiaparabrisas pásate por nuestro taller y nuestros profesionales te aconsejaran sobre si ha llegado o no el momento de cambiarlas.
