Riesgos en la conducción nocturna

Durante la noche se ocultan los peligros porque se pierde agudeza y el campo visual, por ello no apreciamos del mismo modo que por el día la velocidad y el movimiento.
No distinguimos los objetos oscuros y con ello aumenta la probabilidad de atropellar a un peatón, a un animal o colisionar con otro vehículo parado en la carretera.
Además, por la noche se sufren deslumbramientos provocados por los faros de otros vehículos; y aparece más fácil la fatiga y el cansancio sobre todo entre las 4 y las 6 de la madrugada.
A estos riesgos debemos añadir que es por la noche cuando más conductores circulan bajo los efectos de las drogas y el alcohol, y conductores que circulan más rápidos ya que las carreteras tienen menos tráfico.
Debemos ser conscientes que si sucede algo a estas horas los equipos de emergencias pueden tardar más, por esto y todo lo anterior debemos aumentar la atención y conducir con mucho cuidado.
FUENTE: coches.net